DESCRIPCION
La Finca El Águila se llama así porque está encaramada en lo alto, con unas vistas impresionantes a la costa mediterránea y al delta de l’Ebro, un lugar conocido por su gran belleza natural. Sin embargo, a diferencia de un nido de águila, esta finca viene con una piscina muy grande... Y una terraza de 100m2 compuesta de un salón exterior cubierto, barbacoa y zona de comedor de 60m2. Así que lo ha adivinado, el propietario de la finca definitivamente no es el águila.
La propiedad se compone de una casa principal y una casa de invitados. Se accede a la casa principal a través de la terraza cubierta y la zona de la piscina, a una sala de estar de 30m2, que conduce a la zona de comedor con cocina americana. Es en gran parte un plan abierto en el diseño y fuera de esta zona central, hay dos dormitorios de buen tamaño con dos cuartos de baño interconectados, uno de ellos con jacuzzi. Ahora viene lo interesante: la puerta principal de la casa no conduce a la vivienda principal, sino que da a una zona de estudio y salón con sus propias escaleras para acceder a dos dormitorios y un baño en la primera planta. Se trata de la zona de invitados de la vivienda. Y aunque esté conectada a la casa principal a través de una puerta interior, da la sensación de ser un espacio separado.
La finca tiene espacio de almacenamiento de sobra. Hay dos cuartos en el sótano, uno para la bomba de agua y la calefacción y el otro que puede servir como trastero. También hay una despensa y un lavadero, además de un garaje doble con sistema de calefacción central de gasoil. Otra característica interesante de esta impresionante propiedad es una casita del campo totalmente restaurada de 20m2 situada en las dos hectáreas de terreno. Consta también de un sistema solar de alta potencia con generador de respaldo, además de su propio pozo de agua.
Está ubicada a pocos minutos del centro del pintoresco pueblo El Perelló, es decir a unos aleteos de distancia para el águila. Por supuesto nada es perfecto y si hay un inconveniente sería el ruido de la carretera nacional cercana cuando sopla una brisa que viene del mar.
Pero considerando todo esto, éste podría ser su próximo nido con vistas impresionantes al mar Mediterráneo que, después de un vaso o dos de vino, puede hacerte sentir que uno puede volar.