DESCRIPCION
Un nombre resonante de la Guerra de 1877 es el del general Alexandru Angelescu, un oficial de carrera con múltiples honores y condecoraciones, y uno de los grandes terratenientes de quien desciende todo el patrimonio cultural de la familia Pissiota de Poienarii Burchii, condado de Prahova. Nacido en 1850, Alexandru Angelescu fue escalando peldaño a peldaño en la jerarquía militar y recibió múltiples distinciones a lo largo de su carrera, entre ellas la Orden de la Estrella de Rumanía, grado de Caballero (1889), la Orden de la Estrella de Rumanía, grado de Caballero (1897), la Orden de la Estrella de Rumanía, grado de Comendador (1912), la Orden de la Corona de Rumanía, grado de Comendador (1901), y la Orden de la Corona de Hierro, 2ª clase, conferida por Su Majestad, el Emperador de Austria-Hungría, Francisco José, el 16 de septiembre de 1896. Tras la muerte del general, ocurrida el 13 de septiembre de 1923, su féretro con el cuerpo fue transportado y colocado en el panteón familiar en Poienarii Burchii, muy cerca de la actual casa señorial, siendo el monumento funerario clasificado como monumento histórico-arquitectónico, realizado en mármol de Carrara, obra del artista italiano Paolo Triscornia di Ferdinando (1853–1936). La mansión, que en aquella época formaba parte de una extensa finca, es relativamente pequeña pero encantadora, con una superficie de 87 metros cuadrados y construida en tres niveles: planta baja, piso superior y ático. Además de la mansión, hay varios edificios anexos, algunos para vivienda, otros para almacén y otros dedicados al cuidado de los caballos, la actividad principal se desarrolla actualmente dentro de los terrenos de la mansión. El patio de la mansión está arreglado con césped y piedras de río, y una gran parte del patio está dedicada a un picadero y otras instalaciones para el cuidado de los caballos. La finca se completa con 5,1 hectáreas de terreno que no están ajardinadas ni explotadas. Nicolae Pissiota compró gran parte de la finca de Angelescu, construyendo en ella una de las iglesias rumanas más hermosas, una mezcla única del estilo renacentista italiano con el estilo bizantino clásico, la iglesia está pintada en el interior por Costin Petrescu, el artista detrás de los frescos del Ateneo Rumano y la Catedral de Alba Iulia. La antigua finca y mansión de la familia Angelescu es hoy una oportunidad que espera ser recuperada, como una encantadora residencia boyarda, para uso residencial o como atracción para el desarrollo en la industria del turismo o de los eventos.