DESCRIPCION
EspañolLa mansión Seidla es una obra arquitectónica destacada, mencionada por primera vez en 1639. Los alrededores son igualmente impresionantes, con un amplio parque, edificios secundarios y naturaleza intacta por todas partes, lo que ofrece un gran lugar para establecer una casa privada o iniciar un negocio único. Si está preparado para el desafío y la misión de devolverle a una mansión histórica su antigua gloria, entonces la mansión Seidla es lo que necesita. A lo largo de los años, ha sido el hogar de familias notables, entre ellas los Mohrenschildt, los Vietinghoff y, desde 1884, los Schilling. El edificio principal de la mansión, con sus dos pisos y su ambiente clásico temprano, es uno de los ejemplos más preciados de esa época en Estonia. La fachada mantiene su estilo clásico, mientras que las puertas y las escaleras aportan un toque barroco, todo ello aderezado con añadidos posteriores, como una terraza y un balcón. Parte del complejo señorial es un granero con arcos y una cochera para establos, pero solo el granero y partes de las paredes del establo siguen en pie, junto con un gran edificio de destilería. La casa principal también cuenta con una bodega de hielo única, un granero restaurado, paredes de un antiguo establo de caballos e invernadero y una cocina de destilería con su chimenea aún intacta. En el siglo XIX, la finca se dedicaba por completo a la jardinería, al cultivo de flores y frutas para la venta y a la gestión de una destilería. El parque que rodea la mansión está decorado al estilo inglés, con un jardín ornamental rodeado por un alto muro de piedra y un estanque. Seidla Manor ofrece infinitas posibilidades, ya sea que esté buscando crear una residencia de lujo, un hotel histórico o un lugar exclusivo para eventos. Su historia y ambiente únicos lo convierten en una inversión atractiva tanto para uso comercial como personal. Ubicado a solo una hora en auto de Tallin, Tartu y Pärnu, su ubicación es prácticamente perfecta. El propietario actual se dedica a restaurar muebles y ha acumulado una enorme colección de piezas antiguas que encajarían perfectamente en Seidla Manor, ofreciendo la oportunidad de conservar y enriquecer este rico patrimonio a través de un acuerdo mutuo con un nuevo propietario.
