DESCRIPCION
Esta elegante propiedad se encuentra ubicada en Sant Andreu de Llavaneres, donde historia y modernidad se entrelazan en una residencia única. Concebida por el renombrado arquitecto Luís Castellón Rodrigo, esta casa evoca las antiguas masías catalanas con torre de defensa, ofreciendo un refugio lleno de encanto y serenidad.
Cada rincón de esta propiedad cuenta una historia fascinante: desde las amplias terrazas con vistas panorámicas hasta las vidrieras decorativas que adornan la torre Alabart de Llavaneres. Aquí, el tiempo parece detenerse, invitándote a desconectar del ajetreo diario y sumergirte en la tranquilidad de tu propio refugio privado.
Ubicada en una tranquila zona residencial, esta casa de estilo moderno fue construida en el año 1959 como residencia de veraneo por el arquitecto Luís Castellón Rodrigo, siguiendo las indicaciones de José Serra Salvá. La estructura arquitectónica de la casa presenta una versión moderna de las antiguas masías catalanas con torre de defensa, una característica distintiva de la región del Maresme. Con una distribución en dos plantas y una torre adosada en la parte derecha, esta residencia ofrece una combinación única de historia y comodidades contemporáneas.
La casa cuenta con una amplia primera planta que alberga 5 habitaciones y 4 baños, cada una con su propia terraza, ofreciendo vistas panorámicas del entorno natural circundante. Además, junto al garaje, se encuentra una habitación con baño para el chófer, así como dos habitaciones de servicio con baño. La estructura conserva la esencia de su diseño original, manteniendo la armonía entre el interior y el exterior.
En cuanto a las instalaciones, la casa dispone de un depósito de gasóleo de 7.000 litros y una cocina de gasóleo. Se requiere empalmar la instalación de gas natural con la carretera para su modernización. Además, cuenta con dos pozos de agua que necesitan ser renovados y una fosa séptica que debe conectarse con Costa Gallina, la urbanización colindante.
Destacan las vidrieras decorativas que adornan la torre Alabart de Llavaneres, exhibiendo un alto nivel artístico y técnico. Estas piezas únicas, elaboradas por las empresas más prestigiosas de la época, son parte fundamental del patrimonio cultural de Cataluña y requieren una preservación adecuada para evitar su deterioro.
En la fachada de la casa, destacan tres hermosas cerámicas: un reloj de sol, la virgen con el niño y una escena de caza. En el vestíbulo del primer piso, tres impresionantes vidrieras adornan el espacio, representando el viento, el mar y el fuego. Estas piezas, diseñadas por Narcís Pons y Junyer, y ejecutadas por las prestigiosas empresas Vila Clara y Granell y Cia respectivamente, añaden un toque de arte y distinción a la propiedad.
Narcís Pons y Junyer, discípulo de Francesc Labarta, fue el talentoso artista detrás de los diseños de las vidrieras y cerámicas. Colaborando con Granell y Cia, dejó su impronta en edificaciones icónicas como la Catedral de Tarragona y la Sagrada Familia. Granell y Cia, reconocida por su excelencia en el arte de las vidrieras, trabajó con renombrados arquitectos en proyectos emblemáticos como el Palau de la Música Catalana y el Hospital de Sant Pau.
Por otro lado, Cerámicas Vila Clara, una empresa familiar fundada por Josep Vila Clara, ha sido un referente en la modernización de la cerámica tradicional. Josep y Joan Vila Clara llevaron la artesanía a nuevos horizontes, incorporando técnicas y diseños contemporáneos.
Las cerámicas en la fachada, elegidas por José Serra y su esposa María Luisa Catalán, añaden un toque distintivo y personalizado a la propiedad, reflejando la atención al detalle y el cuidado en la selección de elementos decorativos únicos.
