DESCRIPCION
Este edificio singular, fue el hogar de un famoso dibujante menorquín, que seguramente encontraba inspiración en su bucólica terraza de la azotea, desde la que podemos divisar el mar e incluso la isla de Mallorca.
La restauración se ha hecho con un enfoque minimalista consiguiendo espacios amplios, limpios, luminosos; y al mismo tiempo conservando algunas de los elementos originales como las vigas de madera, las ventanas en forma de arco, las escaleras de piedra y las balaustradas.
El interior ha sido cuidadosamente diseñado y decorado dotando a todas sus estancias de identidad propia. Se ha buscado la sostenibilidad tanto en la propia arquitectura como en la selección de los materiales como las cerámicas, baldosas de terrazo y de piedra.
En total, el edificio consta de cinco habitaciones dobles todas con baño en suite. Tres de ellas en el primer piso: dos con balcón y una con su propio patio privado. Y en el segundo piso, las otras dos habitaciones.
Actualmente funciona como hotel boutique, con una galería de arte contemporáneo y un Café-Bar en la planta baja.
La propiedad ofrece múltiples alternativas. Desde continuar con el próspero negocio actual, adaptar el local para cualquier otra actividad o transformarla en una lujosa villa, con una gran cocina abierta al salón comedor en la planta baja con acceso a un agradable jardín amurallado, en el que se podría construir una piscina.
La finca dispone de un amplio sótano con un bonito arco de piedra, típico de los edificios históricos de Ciutadella, que podría transformarse fácilmente en un spa privado con sauna y jacuzzi, en un gimnasio o una bodega.
