DESCRIPCION
Ubicada en Príncipe Real, una majestuosa residencia del siglo XIX ubicada en el barrio homónimo de Lisboa, es un impresionante ejemplo de arquitectura de época que ha sido adaptada por expertos a los estándares contemporáneos manteniendo su esencia histórica. Con una superficie aproximada de 685 metros cuadrados distribuidos en tres plantas y 15 estancias distintas, este palacio es una obra maestra arquitectónica que combina elementos del estilo neoclásico con detalles ornamentales que evocan la opulencia de la época victoriana. Al entrar al palacio nos recibe un espacioso e imponente vestíbulo, con suelo de mármol pulido y techos ricamente ornamentados. Los interiores presentan una combinación de elementos clásicos y contemporáneos, armonizando el pasado con el presente. Las habitaciones se caracterizan por techos altos, molduras de yeso detalladas y suelos de madera, todo ello mantenido meticulosamente para mantener su autenticidad. Al subir la imponente escalera nos topamos con los espaciosos salones, un auténtico salón de baile, pieza destacada del palacio, con grandes ventanales que dejan entrar abundante luz natural. Las tres plantas del palacio ofrecen una variedad de habitaciones, suites y salones, cada uno con su propia personalidad y encanto. En resumen, el Palacio do Príncipe Real es un ejemplo extraordinario de cómo la arquitectura del siglo XIX se puede adaptar con éxito a la actualidad, manteniendo su belleza y encanto históricos y al mismo tiempo ofreciendo comodidad y funcionalidad contemporáneas. Este palacio es una verdadera joya que resume la historia y la elegancia de una época pasada, que ahora vive en armonía con los estándares de vida modernos. El garaje se convirtió en un pequeño apartamento. Su configuración espaciosa, con múltiples habitaciones y áreas de recepción, lo convierte en una opción ideal para transformarlo en un hotel encantador, donde los huéspedes pueden disfrutar de una experiencia lujosa e inmersiva en un entorno histórico. Las habitaciones y suites existentes se pueden adaptar para ofrecer un alojamiento elegante y confortable. El suntuoso comedor y otros espacios comunes se pueden utilizar para servir cenas elegantes o eventos especiales para los huéspedes. Por otro lado, este palacio también se presta perfectamente para convertirse en un espacio exclusivo de oficinas. Con sus amplios interiores, elegantes salas de reuniones y ubicación central en un barrio prestigioso, ofrece un entorno de trabajo inigualable para empresas que valoran la estética y la historia. Las habitaciones se pueden adaptar como oficinas privadas o espacios de coworking, proporcionando un ambiente inspirador para la creatividad y la productividad. El salón principal se puede utilizar como área de recepción y eventos corporativos, impresionando a clientes y socios comerciales. En resumen, el Palácio do Príncipe Real no es sólo una impresionante residencia, sino que también representa una oportunidad única para inversores que deseen transformarlo en un hotel con encanto o en un espacio exclusivo de oficinas. Su arquitectura histórica, ubicación privilegiada y versatilidad lo convierten en un activo valioso que puede satisfacer diversas necesidades comerciales y brindar una experiencia única a sus visitantes u ocupantes.