DESCRIPCION
Se trata de una propiedad de finales del siglo XIX, con un estilo poco común y situada en una localidad con una historia profunda e insólita.
Esta finca vinícola está formada por 10 hectáreas de viñedos en perfecto estado de producción y de cultivo ecológico, lo que le confiere un plus innegable.
La mansión tiene un detalle arquitectónico poco común que la categoriza como monumento histórico, y en la fachada principal tiene también un reloj solar declarado patrimonio de interés público.
Junto a la mansión, las bodegas abovedadas de piedra y madera son de una belleza extraordinaria y la decoración exterior del Ermitage es emblema de esta excepcional propiedad.
Por su parte, el terreno dispone de pozo y depósito de agua de lluvia de grandes dimensiones.
Por último, se sitúa en un promontorio con vistas a los viñedos y respaldado por 3 hectáreas de ladera que forman parte del complejo.
En definitiva, un emplazamiento exclusivo en Sitges, que combina la viticultura de calidad en un entorno único junto al mar.
Una propiedad única y excepcional.